Así veo yo mi escepticismo:
Yo no creo en Dios, ni en que haya vida después de la muerte, no creo en la reencarnación ni en los Reyes Magos. No creo que la homeopatía cure más allá del efecto placebo, tampoco que mirando las estrellas se pueda saber si me va a tocar o no la lotería, o que se pueda conjurar la suerte (sea lo que sea eso) con un amuleto. De hecho, ni siquiera creo los seres humanos tengamos libre albedrío y seamos esencialmente diferentes al resto del universo. Todas estas cosas no las creo, pero no por que no quiera creer, simplemente la experiencia, mi educación y mi formación científica me han llevado a no creerlas.
A mí no me importaría creer que cuando muera iré a un sitio mejor, y que volveré a encontrarme con mis seres queridos. Simplemente, no lo creo posible. Igualmente si la homeopatía cura por mí genial, un remedio más al que acudir si me pongo enfermo. El problema es que me piden que lo crea sin darme ninguna prueba. En algunos casos es sencillo, ¿piensas que tu medicamento homeopático cura, digamos, la alergia? Dáselo a muchos alérgicos, estúdialos durante años, ten un grupo de control y en las estadísticas saldrá. Yo no tengo prisa, así que esperaré.
Por supuesto, yo estoy dispuesto a creer en todas estas cosas. En Dios, en la reencarnación, en la homeopatía, en el horóscopo. Además soy muy sencillo de convencer, sólo necesito pruebas. Es evidente que afirmaciones que vayan en contra de lo que sabemos hoy en día requerirán pruebas muy sólidas. Habrá que estudiarlas con cuidado, buscando algún fallo, habrá que repetir experimentos y testearlo todo bien. Lo bueno es que si algo es cierto lo seguirá siendo mañana, y la verdad aguantará todas las pruebas.
Sólo entiendan que la carga de la prueba recae sobre el que afirma, por lo que no tiene sentido que me pidan a mí pruebas de que no hay vida después de la muerte, cosa que es además imposible de probar per se.
Todo esto se puede resumir en la famosa frase de Carl Sagan: "Yo no quiero creer. Yo quiero saber".
Yo no creo en Dios, ni en que haya vida después de la muerte, no creo en la reencarnación ni en los Reyes Magos. No creo que la homeopatía cure más allá del efecto placebo, tampoco que mirando las estrellas se pueda saber si me va a tocar o no la lotería, o que se pueda conjurar la suerte (sea lo que sea eso) con un amuleto. De hecho, ni siquiera creo los seres humanos tengamos libre albedrío y seamos esencialmente diferentes al resto del universo. Todas estas cosas no las creo, pero no por que no quiera creer, simplemente la experiencia, mi educación y mi formación científica me han llevado a no creerlas.
A mí no me importaría creer que cuando muera iré a un sitio mejor, y que volveré a encontrarme con mis seres queridos. Simplemente, no lo creo posible. Igualmente si la homeopatía cura por mí genial, un remedio más al que acudir si me pongo enfermo. El problema es que me piden que lo crea sin darme ninguna prueba. En algunos casos es sencillo, ¿piensas que tu medicamento homeopático cura, digamos, la alergia? Dáselo a muchos alérgicos, estúdialos durante años, ten un grupo de control y en las estadísticas saldrá. Yo no tengo prisa, así que esperaré.
Por supuesto, yo estoy dispuesto a creer en todas estas cosas. En Dios, en la reencarnación, en la homeopatía, en el horóscopo. Además soy muy sencillo de convencer, sólo necesito pruebas. Es evidente que afirmaciones que vayan en contra de lo que sabemos hoy en día requerirán pruebas muy sólidas. Habrá que estudiarlas con cuidado, buscando algún fallo, habrá que repetir experimentos y testearlo todo bien. Lo bueno es que si algo es cierto lo seguirá siendo mañana, y la verdad aguantará todas las pruebas.
Sólo entiendan que la carga de la prueba recae sobre el que afirma, por lo que no tiene sentido que me pidan a mí pruebas de que no hay vida después de la muerte, cosa que es además imposible de probar per se.
Todo esto se puede resumir en la famosa frase de Carl Sagan: "Yo no quiero creer. Yo quiero saber".
Muy buena entrada...yo tengo certeza de las cosas en las que no creo, pero tengo muchas menos cosas en las que sí creo.
ResponderEliminarBueno... yo en lo de dios, la reencarnación y la vida en el más allá, no entro.
ResponderEliminarPero sobre los reyes magos sí tengo mucho que decir:
http://regalodereyeslanovela.blogspot.com
Halaaa, spam, spam. XD
EliminarEsta sólo en Epub, ¿no?
No es spam, sino que spamORIRSE
EliminarPor desgracia, está sólo en epub. Estoy esperando a ver si la cantidad de críticas positivas supera el umbral que hace a los de Planeta decidirse a sacarla en papel
:-)
Pues a ver si encuentro tiempo y lo leo, ahora que tengo tablet nueva.
EliminarLlevo tiempo también dándole vueltas a abrir un blog de literatura y poner ahí las cosas que escribo. Si me animo y lo hago a lo mejor puedo escribir una crítica también (ya tengo un par por ahí pendientes).
"Yo no quiero creer. Yo quiero saber", "Lo bueno es que si algo es cierto lo seguirá siendo mañana, y la verdad aguantará todas las pruebas."
ResponderEliminar¿Y estás seguro de que el hombre tiene el potencial de conocer y no sólo de creer?
Es algo corriente hoy día presuponer esa capacidad de conocimiento al hombre como algo evidente; algo tan evidente que ni siquiera nos hace merecer un momento de reflexión: de hecho, ahí tenemos la ciencia, ¿verdad? ¿Cómo vamos a dudar de su posibilidad?
Y sin embargo, sí que podemos dudar de que cualquier "conocimiento" científico no sea más que una creencia más o menos probable del funcionamiento del mundo. Es factible dicha duda a pesar de la ciencia, y de hecho, es un debate abierto desde hace siglos. Un debate que tomó su máxima expresión con David Hume y que, por mucho que nos pese, y aún después de Kant, todavía sigue abierto.
No voy a entrar a fondo en este tema, pero voy a hacer un pequeño resumen sobre la cuestión:
Si algo es cierto, dices, lo seguirá siendo mañana...pero el mañana, las experiencias del futuro, no están todas a nuestro alcance...siempre habrá una indeterminación sobre el comportamiento futuro del mundo. Como diría Hume, la seguridad que se le otorga a una afirmación científica, se basa únicamente en el hábito de haberse observado innumerables veces su confirmación experimental...pero eso es todo: creemos en esa afirmación por el enorme grado de probabilidad alcanzado.
El haber observado una relación determinada en el mundo muchas veces, hace que nuestra mente tienda instintiva y espontáneamente a otorgar la certeza a la misma. Nuestra mente funciona así, porque así es como la evolución la ha moldeado; pero esa tendencia natural no es suficiente para legitimar la inducción sobre un conocimiento del mundo: ya sea conocimiento vulgar o científico.
Y es que, por poco intuitivo que suene; el haber observado un trillón de veces cumplirse, por poner un ejemplo, la segunda ley de la termodinámica, no es razón suficiente para asegurar la necesidad ni la universalidad de ese comportamiento natural...mañana mismo podría ocurrir que el mundo comenzara a comportarse de otra manera...
Y seguramente cueste aceptar esto que digo, pero piensa: ¿cómo me podrías justificar formalmente que cualquier conocimiento que se de por cierto hoy, mañana no dejará de serlo? ¿cómo justificar, pues, que el hombre es capaz de llegar a conocer?
Por cierto que Kant hizo un gran intento de justificación con su propuesta de que poseemos estructuras puras "a priori", independientes de la experiencia, las cuales otorgarían la facultad de dar legitimidad a la necesidad y universalidad a nuestras afirmaciones científicas. Pero para nuestra desgracia, hoy día comprendemos que esas supuestas estructuras "innatas a priori", son sólo a posterioris evolutivo, y por lo tanto también dependientes de la experiencia:
ResponderEliminarAsí que Kant investigó las formas a priori de la experiencia posible pero, si estas formas son necesarias para el conocimiento humano. ¿de dónde proceden? A esta pregunta, que no fue contestada por Kant, responde K. Lorenz en su artículo «Kants Lehre vom apriorischen im Lichte gegenwártiger Biohogie»”: «Cuando se conocen los modos de reacción innatos de los organismos humanos salta a ha vista, con evidencia extraordinaria, ha hipótesis de que lo “apriorístico” se basa en especializaciones hereditarias, ya filogenéticas, del sistema nervioso central, las que han sido adquiridas precisamente en la evolución de las especies y que determinan disposiciones congénitas, que obligan a pensar en formas determinadas. Hay que tener bien presente que esa concepción de lo “apriorístico” como órgano implica la destrucción de su concepto: algo que ha surgido en la adaptación filogenética a las leyes del mundo exterior natural tiene, en cierto sentido, un origen a posteriori, aun cuando este origen haya seguido un camino distinto al de la abstracción o al de la deducción a partir de experiencias pasadas».
Y es que parece que la moderna epistemología evolutiva termina con cualquier esperanza de que seamos capaces de alcanzar el conocimiento. El tiempo parece haber dado la razón a las propuestas empíricas de Hume...lástima que a pocos les importe este hecho y se conformen con dar por buena la injustificada creencia de que el mundo futuro se seguirá comportando como el mundo pasado lo ha hecho.
Porque este es el verdadero escepticismo, amigo. Está bien dudar de los conceptos metafísicos tradicionales, pero también deberías replantearte la seguridad en tus afirmaciones presentes sobre el mundo, porque también son en cierto modo metafísica...metafísica respecto del mañana.
Un saludo, y perdón por el tostón ;),
Samuel.
Buenas Samuel. Veo dos puntos en tu argumentación que me gustaría discutir.
EliminarPrimero, la distinción entre saber o no y poder hacer predicciones. Toda la argumentación se basa en el principio de inducción, y en si sabremos si el futuro será como ha sido el pasado. Como bien dices eso puede hacer que el pensar que mañana salga el sol sea una cuestión de fe (lo discutiremos más adelante, en cualquier caso), pero no convierte en una cuestión de fel el saber que sí salió ayer. Como dices: "el haber observado un trillón de veces cumplirse, por poner un ejemplo, la segunda ley de la termodinámica, no es razón suficiente para asegurar la necesidad ni la universalidad de ese comportamiento natural...mañana mismo podría ocurrir que el mundo comenzara a comportarse de otra manera..." Aunque eso sea cierto, no convierte todo en fe, el mismo hecho de saber que ya se ha cumplido en los experimentos reportados es una manera de saber, y no creer. Se puede discutir que tienes que creer lo que te dicen los que han hecho los experimentos, pero siempre los puedes repetir y entonces tendrás un conocimiento basado totalmente en tu experiencia, y lejos de las creencias.
El segundo punto es si hay una distinción entre "creer" y "saber" clara. Mi postura es que no la hay. No existe la objetividad absoluta, eso es cierto, pero no por eso todas las ideas son totalmente subjetivas. Las hay mejor fundadas (la 2a ley de la termodinámica) y totalmente infundadas (la virginidad de Maria). El hecho de que yo crea que mañana se cumplirá la termodinámica puede ser un acto de fe, pero está basado en la experiencia y en la razón, por lo que no es equivalente a creer en los unicornios.
EliminarPor supuesto, la puerta a que un día se viole una ley física, o a que cambien las leyes de la física no se puede cerrar, al menos no por ahora. Sin embargo, eso no desprestigia el conocimiento científico en absoluto. Podemos afirmar que "si la termodinámica sigue siendo válida tal experimento dará tal y cual resultado". Quizás no sea una verdad absoluta, pero es una verdad (condicionada), y es muy lejana a la fe.
Un caso similar discutí sobre la falsa dicotomía entre "falso" y "verdadero" en una entrada anterior.
http://entangledapples.blogspot.com/2010/12/la-relatividad-de-los-errores-las.html
Hola, Daniel.
ResponderEliminarTe agradezco que me hayas respondido.
Decirte que estoy totalmente de acuerdo con tu respuesta; punto por punto, pero me gustaría mostrarte una conclusión que se podría obtener de estos pensamientos que ambos compartimos:
Voy a partir de estas dos citas de tu comentario (citas que, por supuesto, comparto):
“El hecho de que yo crea que mañana se cumplirá la termodinámica puede ser un acto de fe, pero está basado en la experiencia y en la razón, por lo que no es equivalente a creer en los unicornios. “
“Quizás no sea una verdad absoluta, pero es una verdad (condicionada), y es muy lejana a la fe. “
La cuestión es que parece que la diferencia entre estos dos tipos de “creencias”, no puede estar en el uso de la razón; puesto que ambos tipos de ideas son producto de la razón humana; sino que deberá estar en si se utiliza o no las experiencias del mundo a la hora de razonar. Para simplificar, me gustaría quedarme con estos dos extremos: “la fe”, que se afana en afirmar hechos de los que no hay experiencia alguna para contrastar, y “el conocimiento científico”, que sólo acepta aquellos hechos que han sido probados experimentalmente, de un modo reiterado, y de la manera más objetiva posible (corroborado por distintos equipos de científicos, con ensayos doble ciego, etc.).
sigo...
Hasta aquí, todo claro. Pero ahora te voy a hacer una propuesta que, creo, te va a chocar a primera vista por lo contraintuitiva que es. Voy a esquematizarla para facilitarte la réplica en aquellos puntos concretos que no compartas:
ResponderEliminar1) El cerebro humano necesita del uso obligatorio de experiencias para poder razonar más allá del acto de fe.
2) No poseemos experiencia alguna sobre el mundo futuro.
3) La inducción es una falacia lógica, que se basa en la tendencia natural (fruto del proceso evolutivo) que tiene nuestra mente para otorgar al acto cognitivo de inducir, una legitimidad fuera de toda duda. La evolución nos hace “creer” de este modo, porque eso ha favorecido nuestra supervivencia como especie (y la de otras muchas especies, por supuesto). Pero si conseguimos vencer a esta fuerte tendencia, y pensamos el asunto, comprendemos rápidamente el hecho de que la inducción es una clara falacia lógica.
4) Y como no hay forma de que podamos justificar formalmente que la regularidad pasada del mundo se vaya a mantener en el futuro, el futuro queda formalmente indeterminado. Indeterminación formal que implica que el mundo futuro es empíricamente hablando, un sistema independiente al nuestro; con eventos y fenómenos totalmente desconocidos e inaccesibles.
Tenemos así, que nuestro cerebro necesita de experiencias para poder ir más allá de la “fe”, que no tenemos experiencia alguna del futuro, y que el proceso inductivo es falaz, y por lo tanto inútil, para legitimar los eventos por acontecer.
Por lo que, y aquí es cuando saltas de tu asiento escandalizado, podemos concluir lo siguiente:
5) Cualquier afirmación que se haga sobre eventos o hechos futuros, siempre va a consistir; formalmente, en una “creencia” no diferente en esencia de las afirmaciones basadas en un acto de “fe”. Y esto que digo no es una afirmación que yo me saque de la manga, sino que se deriva directamente de los puntos 1), 2), 3) y 4) ; por lo que, si vamos a dudar de este punto 5), habrá que demostrarlo indicando el error en esos puntos anteriores.
6) Y, además, eso significa que tan probable debería parecernos (si fuésemos capaces de vencer el instinto inductivo) un posible evento futuro, como cualquier otro. No hay modo en que podamos sesgar legítimamente la probabilidad ante esos eventos por acontecer.
sigo...
Las consecuencias de estos puntos 5) y 6) son importantes:
ResponderEliminar1) No podemos conocer, describir, ni comprender con fundamento el futuro: sólo podemos estudiar la regularidad pasada, y “rezar” por que el futuro se siga comportando igual.
2) Existe una enorme similitud en el hecho de la incapacidad humana de comprender los clásicos temas metafísicos (donde el problema es la falta de experiencia espacial: el sistema sobre el que se habla está fuera del dominio espacial empírico de nuestro universo), y sobre esta incapacidad temporal de la que te hablo, donde el problema es la falta de experiencias sobre el futuro (el sistema sobre el que se habla estaría igualmente fuera de nuestro dominio empírico, esta vez por motivos temporales).
3) Existirían así dos límites absolutos y muy claros en la capacidad de conocimiento del hombre: la metafísica tradicional; la cual impide conocer la esencia, explicación u origen de los fenómenos (impide conocer con certeza el qué de las cosas); y luego tendríamos esta especie de metafísica temporal, la cual impediría conocer con certeza, necesidad, y universalidad el cómo del mundo: con lo que no quedaría más que duda y contingencia en todo nuestro “saber” presente.
4) Y esto parece implicar que la idea de poder ir más allá de la “fe” es una ilusión cognitiva humana; la cual vendría determinada simplemente por la misma regularidad pasada (a escala mesoscópica) que permitió el proceso evolutivo, y que dio lugar a nuestra mente. Esa ilusión de transcender la “fe” vendría programada en nuestro cerebro, dada la utilidad evolutiva que supone el hecho de creer (sin pruebas lógicas) que la regularidad pasada se mantendrá en el futuro. Este acto de “fe” fue útil, porque la regularidad se mantuvo, pero esa utilidad evolutiva no garantiza en absoluto que lo vaya seguir haciendo; ni que podamos transcender la “fe” en nuestras afirmaciones sobre el mundo mediante su uso.
Como conclusión, podríamos decir que esa gran diferencia que parece haber entre “fe” y “conocimiento científico” es sólo aparente y parcial; fruto de una ilusión cognitiva de nuestro cerebro. Es cierto que hay diferencias abismales entre ambas cuando se trata de comprender las relaciones fenoménicas pasadas. La ciencia es capaz de describir de manera espléndida, y sin ambigüedad, las relaciones entre fenómenos observados en el pasado mientras que la “fe” se pierde en la especulación; pero, ¡ojo!, todo aquello que espacial y temporalmente escapa de nuestro dominio de estudio experimental (que es muchísimo), queda lógicamente indeterminado; y cualquier afirmación al respecto es equivalente a un acto de “fe” imposible de justificar formalmente.
sigo..
Sin tener en cuenta el proceso inductivo, la ciencia se ve pues limitada describir regularidades pasadas, y a anotar el modo en que se “esperaría” que se comportase el futuro de acuerdo a esa regularidad...si la regularidad no cambiase. Como no sabemos si la regularidad cambiará o no, no sabemos nada con fundamento sobre el futuro, y tan probable será una cosa como la opuesta: no es sólo que mañana la 2ª ley de la termodinámica podría dejar de cumplirse…¡es que formalmente no podemos sesgar la probabilidad sobre si se cumplirá o no! Siendo tan probable (por muy contraintuitivo que suene) que el mundo siga aconteciendo del mismo modo, a que lo haga de un modo totalmente distinto.
ResponderEliminarY para finalizar, sólo proponer un ejemplo extremo, aunque plausible, que muestra de forma clara las consecuencias de esta doble metafísica de la que te hablo:
Nuestro mundo bien podría estar originado por una computación externa, tipo Matrix, la cual diese lugar a todos los fenómenos del mundo y que determinase todas las relaciones causales que regularmente observamos entre dichos fenómenos. Es posible que este sea el caso, y cualquier afirmación a favor o en contra que se haga estará en igual de condiciones: hablamos de algo que escapa de nuestro dominio empírico espacial, y es un acto de “fe” decidirse por una u otra de dichas afirmaciones.
Pero lo más importante, es que puede ocurrir que este ordenador transcendente, tenga programado todo tipo de extraños comportamientos fenoménicos para el futuro: la programación de este Matrix, podría incluir todo tipo de cosas, por muy absurdas que sean, ¡y debemos admitir que; para nosotros, todas ellas son igual de probables! Los procesos futuros estarían determinados para Matrix, pero no para nosotros, que estaríamos limitados por esa metafísica temporal: casi nadie lo admitirá jamás, debido al fuerte componente emocional que nos empuja a dar una consideración formal a la inducción, pero si fuésemos 100% reflexivos y lógicos, este simple ejemplo de nuestro posible origen transcendente, debería de hacernos dudar de la seguridad que tenemos todos de que mañana no aparecerán señores volando como Keanu Reeves en la famosa película o incluso unicornios de fantasía.
Pero no me malinterpretes, no soy para nada defensor de la “fe”; muy al contrario, lo que yo pretendo defender, es que el ser humano debería reflexionar y aceptar humildemente un escepticismo mucho más fuerte del que nuestro ego e intuición normalmente nos permiten.
En esta entrada de tu blog me pareció ver una muestra clara de ese escepticismo mitigado, y por eso te escribo estos comentarios, en un intento de contrastar mis ideas personales con las tuyas; puesto que estimo mucho tu opinión.
Te agradecería, Daniel, una reflexión sin prejuicios sobre estas palabras, y un comentario al respecto. Tengo la esperanza de que una persona como creo que eres tú, acostumbrada a la crítica, y abierto a la reflexión filosófica, pueda reflexionar sobre este asunto sin dejarse llevar por el instinto o la emoción.
Un cordial saludo,
Samuel.
Samuel, me permito spamear este post que trata este asunto que mire hace tiempo a raiz de llegar a reflexiones como las que has hecho (hay otros posts mas formales sobre el asunto por ahi si te interesa cotillear)
ResponderEliminarhttp://davidruescas.com/2012/06/15/epistemological-dive/
En resumen, la pieza que hace funcionar toda la maquinaria es la navaja de occam. A dia de hoy considero que este anclaje final es una creencia. A partir de ahi, para distinguir creencias de conocimientos mi enfoque esta basado en la consistencia. Dicho de otra manera, considero ciertas creencias inconsistentes dado que doy por hecho una creencia en occam a priori como necesidad casi biologica.
Espero que te sirva de algo
Hola, David.
ResponderEliminarGracias por tu respuesta.
Ciertamente el cerebro humano contiene innumerables heurísticos inconscientes que nos empujan a pensar de un modo muy determinado (para profundizar un poco sobre este asunto del inconsciente, yo te recomendaría leer, si no lo has hecho ya, el libro "Incognito", de David Eagleman):
Estos heurísticos nos dictan automáticamente, por ejemplo, si una chica nos parece o no atractiva, nos induce al asco ante malos olores, rellenan el punto ciego de nuestra retina con falso contenido visual, nos evoca la aversión al incesto, y un muy largo etcétera.
Y la cuestión es que estos procesos cognitivos inconscientes también inducen a ilusiones cognitivas, donde un sentimiento o decisión que nos parece hemos razonado conscientemente, es sin embargo producto de heurísticos inconscientes que vierten su salida a la conciencia, y que posteriormente ésta toma erróneamente como si fuesen producción propia.
Hay un enorme listado de tales ilusiones, en las que decisiones y creencias que pensamos son producto de nuestra reflexión consciente, realmente vienen fuertemente condicionadas por estas “inferencias inconscientes”.
Para no alargar mucho este comentario, voy a mentar sólo un ejemplo de este tipo de ilusiones, que además viene un poco al caso; la que han llamado “ilusión de verdad” (http://es.wikipedia.org/wiki/Memoria_impl%C3%ADcita#Efecto_.22Ilusi.C3.B3n_de_verdad.22):
“El efecto «ilusión de verdad» establece que una persona tiende a considerar como ciertos con más facilidad aquellos enunciados que le resultan familiares. En un experimento realizado en el año 1977, se les solicitó a los participantes que leyeran 60 enunciados plausibles cada dos semanas, y que los calificaran basándose en su validez. Una parte de estos enunciados (algunos de ellos verdaderos y otros falsos) se presentó en más de una ocasión a lo largo de diferentes sesiones. Los resultados mostraron que los participantes se mostraban más propensos a calificar como verdaderos aquellos enunciados que ya habían oído previamente (incluso en los casos en los que no recordaban conscientemente haberlos oído), independientemente de su validez real.[…] El efecto de ilusión de verdad muestra en cierta medida los peligros potenciales de la memoria implícita, en cuanto a su capacidad para provocar decisiones inconscientes acerca de la veracidad de un enunciado determinado.”
sigo...
No sé si algún estudio ha tratado el tema, pero creo firmemente que el hecho de dar crédito más allá de la "fe" a la inducción, y también al principio de Ockham , son también ilusiones o inferencias cognitivas inconscientes. No hay duda de que evolutivamente ha sido enormemente beneficioso para la supervivencia otorgar fe ciega a estos pensamientos, existiendo, pues, una predisposición biológica a creer en ellos: es útil para la supervivencia pensar instantáneamente que un león que ayer me atacó para comerme, hoy no va a ser vegetariano y que lo mejor es correr ya mismo; y también es útil la simplicidad explicativa que proporciona el principio de Ockham, puesto que facilita enormemente la transmisión de la información para el aprendizaje.
ResponderEliminarY es tan complejo desechar el impulso que nos empuja a pensar que la inducción es un proceso legítimo para conocer con necesidad el mundo, como intentar desechar el impulso que nos imposibilita de comer comida podrida. Ni yo ni nadie, por mucho que reflexionemos, vamos a aplicar este escepticismo extremo a nuestras vidas ¡porque no podemos!:
Sinceramente; yo no creo que mañana vayan a aparecer señores volando ni unicornios de fantasía, no me lo creo ni por asomo, y no puedo creerlo aunque lo intente: pero por otra parte, reflexivamente, entiendo la falacia lógica de esta creencia mía tan vehemente, y también pretendo comprender el origen y la naturaleza evolutiva de esta tendencia instintiva. Pero aunque no haya modo de abrazar este escepticismo duro, al menos, creo que deberíamos de ser mucho más humildes, y aceptar, aunque sea sólo a modo de reflexión, que todo lo que creemos conocer del mundo se basa en puros actos de fe que nuestra naturaleza biología realiza inconscientemente por nosotros; y que reconozcamos también que todo lo que de ese acto de fe surja, va a ser igualmente pura “fe”.
Un saludo, David.
Por cierto, David. Me han gustado mucho los temas que tratas en tu blog, y también la forma en la que afrontas esos temas.
ResponderEliminarMe parece muy interesante, por ejemplo; tu propuesta de que el cerebro, previamente al acto de inducir, se encarga automaticamente de hacer una limpieza de explicaciones rivales, buscando inconscientemente la explicación más simple; y siendo ésta la que aparecía en nuestra conciencia como la candidata más creíble.
Es algo que no se me había ocurrido. Además, es fácil imaginar como tal heurístico podría haber evolucionado en nuestro cerebro, a partir de la enorme utilidad que supone poder desechar eficientemente explicaciones complejas, que podrían retrasar enormemente la toma de decisiones, en favor de explicaciones más simples pero de igual o parecida capacidad explicativa. Además, esas explicaciones simples, van a ser más fácilmente transmitidas, lo que favorecía el posterior aprendizaje y por lo tanto la utilidad social de tal acto instintivo.
Un cordial saludo.
Daniel, faltan mensajes míos por publicarse¿? ¿Es por algún motivo concreto que el resto de mis mensajes no hayan salido?
ResponderEliminar¡Un saludo!
Hola Samuel.
EliminarDurante todo el día Google ha estado dando problemas, al menos aquí en USA, incluyendo Blogspot. Comprueba a ver si están ya todos y si falta alguno me lo dices.
Samuel
ResponderEliminar"es útil para la supervivencia pensar instantáneamente que un león que ayer me atacó para comerme, hoy no va a ser vegetariano y que lo mejor es correr ya mismo; y también es útil la simplicidad explicativa que proporciona el principio de Ockham, puesto que facilita enormemente la transmisión de la información para el aprendizaje."
Estoy de acuerdo, pero quizas no me explique bien. No es solo que la simplicidad sea util por diversos motivos como la transmision de informacion. Es que la idea de que el pasado sera como el futuro esta subsumida en la navaja de Occam, como tambien lo estaria la suposicion de que las leyes de la fisica son las mismas en todo el universo.
Esto es asi porque una teoria en la que el pasado es como el futuro _es mas simple_ (tecnicamente tiene una formulacion mas corta) que una en la que no es asi. Por eso Occam es el principio (que, de nuevo, a dia de hoy considero no justificado) que "responde" al problema de la induccion. Si optas por una formalizacion bayesiana (que suelo utilizar yo) Occam se materializa como un "prior" que favorece hipotesis mas cortas.
Gracias por tu lectura y un saludo
Hola, David.
Eliminar"Occam se materializa como un "prior" que favorece hipotesis mas cortas"
Estoy de acuerdo con lo que dices pero, como para el resto de nuestro ser, habrá que buscar el motivo de que ese "prior" o heurístico se encuentre en nuestro cerebro.
Si ese principio está inscrito en nuestro cerebro, debe ser forzosamente por su utilidad evolutiva, y eso es lo que estaba intentando mostrar con esos ejemplos.
Como te digo: "es fácil imaginar como tal heurístico podría haber evolucionado en nuestro cerebro, a partir de la enorme utilidad que supone poder desechar eficientemente explicaciones complejas, que podrían retrasar enormemente la toma de decisiones, en favor de explicaciones más simples pero de igual o parecida capacidad explicativa. Además, esas explicaciones simples, van a ser más fácilmente transmitidas, lo que favorece el posterior aprendizaje y por lo tanto la utilidad social de tal acto instintivo."
Pero es que esa misma utilidad evolutiva indica a su vez cierta correspondencia entre la realidad física y el propio principio de simplicidad: en otras palabras, Occam es un principio inscrito en el cerebro, porque, en parte, el mundo se ajusta a la propuesta del principio, y ahí puede haber cierta "justificación" en el mismo: podemos aceptar que realmente "el pasado ha sido como el futuro", al menos durante todo el proceso evolutivo.
Lo que realmente no está justificado de ningún modo, es la pretensión de pretender generalizar lógicamente la necesidad y universalidad de nuestro "conocimiento" del mundo a partir de esos heurísticos instintivos basados únicamente en la regularidad pasada. Y este es el verdadero trasfondo en el problema del conocimiento que he intentado transmitir en mis comentarios previos.
Un saludo, amigo.
Samuel
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Si quieres profundizar mas en este problema, tendras que ir por la teoria de la informacion y la inteligencia artificial. En concreto
1) Solomonoff induction (ver papers de marcus hutter)
2) Universal artificial intelligence (AIXI)
3) PAC learning (ver paper de scott aaronson)
Buena suerte
David, gracias por las recomendaciones.
ResponderEliminarUna cosa, a ver qué opinas al respecto. Quizás para esto Daniel nos podría echar un cable.
Parece que la clave en la teoría del conocimiento está en comprender si es posible o no legitimar la necesidad fenoménica, o lo que es lo mismo, si la regularidad pasada se mantendrá en el futuro.
Hemos acordado que nuestro cerebro evolutivo contiene heurísticos afinados por la regularidad física pasada, con lo que podemos fiarnos de que sus conclusiones se ajusten a la realidad del mundo.
La cuestión sería así, comprender si nuestro cerebro posee la capacidad para generalizar lógicamente que esa regularidad pasada se mantendrá como hasta ahora. Y aquí os propongo una "novedad" argumentativa:
La teoría especial de la relatividad es ya una teoría firme, y experimentalmente ha pasado innumerables pruebas. Nuestro cerebro la comprende, y es lógicamente congruente y consistente.
Pero resulta que la teoría especial de la relatividad propone el tiempo como una nueva dimensión dependiente de las tres espaciales. Si el tiempo no es absoluto, sino relativo, un suceso no será futuro necesariamente para todo el espacio, sino que dependerá del observador y de su estado físico. Y esto supone que un suceso que para mí es futuro, para otro observador será pasado, por lo que necesariamente debería de existir una correspondencia continua entre pasado y futuro en el mundo.
No quiero extenderme mucho más, pero me gustaría conocer vuestra opinión al respecto. ¿Podría haber de este modo una cierta justificación lógica, aunque sea parcial, en nuestra capacidad de conocer el mundo? Sólo necesitaríamos, de este modo, que aceptar la relatividad especial y la teoría de la evolución como ciertas, para poder concluir lógicamente que el hombre realmente sí tendría la capacidad de alcanzar conocimientos necesarios sobre el mundo.
Es decir; si pasado y futuro están entremezclados junto con el resto de componentes físicos, deberá necesariamente de haber una homogeneidad funcional en todo el espacio-tiempo que permita la congruencia y la consistencia del universo, ¿no?
En fin, no sé si estoy diciendo algún disparate. Ya me diréis algo.
Un saludo,
Samuel.
Buenas de nuevo.
EliminarEl tema de la línea del tiempo y de la causalidad futuro-pasado es también interesante y complejo. Por supuesto aunque la teoría especial de la relatividad sea una teoría firme siempre es posible que cambie si asumimos que las leyes físicas pueden cambiar.
Sí es cierto que la relatividad especial dice que para dos observadores el orden de los eventos puede cambiar, lo que no dice es que ese orden pueda cambiar para cualquier par de eventos. Si dos eventos tienen una separación espacio-temporal tal que uno puede ser la causa del otro el orden será siempre el mismo, para todos los observadores.
Lo podéis consultar aquí:
http://en.wikipedia.org/wiki/Special_relativity#Causality_and_prohibition_of_motion_faster_than_light
Gracias por tu respuesta, Daniel.
ResponderEliminar"Por supuesto aunque la teoría especial de la relatividad sea una teoría firme siempre es posible que cambie si asumimos que las leyes físicas pueden cambiar"
Cierto.
Cuanto más estudio el problema sobre el conocimiento, más claro voy teniendo que podría no tener solución. Ahora comprendo la actitud pragmática que los científicos toman de hacer simplemente "como si" realmente conociéramos el mundo...parece que no queda otra.
En fin, muchas gracias por tus comentarios. Y a ti también David.
Un saludo,
Samuel.
SR no tiene las propiedades que necesitas, pero aunque las tuviera, estaria sujeta ella misma al problema inductivo de su justificacion, que es lo que te dice Daniel, seria poner el carro delante de la burra.
EliminarLa unica linea de ataque es la justificacion logica de occam, porque esta en la raiz de todas las teorias, incluida SR. Para ello mirate los enlaces que te pase que van directamente ahi. Te puedo resumir dos caminos de justificacion logica, segun recuerdo:
1) Una distribucion de probabildad sobre un espacio de hipotesis countably infinite solo puede violar Occam localmente, por lo que invariablemente Occam se debe cumplir globalmente
2) Al ser el espacio semantico de programas mas reducido que el sintactico, los programas mas cortos se ven duplicados mas veces en el extremo superior, por tanto la probalidad es ascendente incluso en espacios de hipotesis finitos.
Ya se que esto te sonara a chino, pero el meollo esta ahi y no hay mas remedio que abordarlo tecnicamente.
Gracias a ti y a Daniel por el debate
Gracias, David.
EliminarVoy a intentar profundizar un poco en este tema que me comentas. Aunque es cierto que me parece un poco chino, soy ingeniero, con lo que al menos algo me suena.
Un saludo, amigo.
Aqui un post sobre el segundo punto que mencione antes:
ResponderEliminarhttp://davidruescas.com/2014/02/09/occams-razor-in-a-cellular-physics-universe/
David, te agradezco enormemente tu artículo. No tenía ni idea de que existieran teorías tan desarrolladas sobre la hipótesis de que el mundo es resultado de una computación trascendente. Estoy leyendo lo que se dice aquí al respecto http://en.wikipedia.org/wiki/Digital_physics, antes de meterme con tu artículo a fondo.
EliminarUn saludo, amigo.
David.
EliminarEl problema es que yo veo que intentar justificar logicamente el principio de occam, requiere previamente de presuponer siempre un modelo concreto al mundo. Es decir, que ese intento de justificación siempre va a estar acompañado de propuestas que escapan a la refutación; en afirmaciones metafísicas.
Por ejemplo, para que lo dicho en el artículo que propones tenga alguna relación con nuestro mundo, hay que aceptar previamente el modelo que propones (1 - The universe consists of an n-dimensional infinite grid of cells, and 2 - The time evolution of cells is governed by a cellular automaton), pero esto es pura especulación: ¿cómo pretender legitimizar occam partiendo de metafísica?
Pero es que es más, aún incluso aceptando que algún día alguien consiga justificar el principio de occam (y no creo ni por asomo que se consiga), eso sólo implicaría que serían las explicaciones más sencillas las que mantendrían con mayor probabilidad relación con el mundo...¡pero ni aún así escaparíamos del escepticismo! Porque, si bien es cierto que tendríamos un buen caballo por el que apostar, en realidad aún podría ganar cualquiera. Seguiríamos sin la certeza en nuestro conocer, que es lo que pretendemos.
Incluso con occam justificado, podríamos decir: posiblemente mañana ocurrirá 'x' pero...no se puede asegurar. Legitimar occam, no implicaría la necesidad y certeza en las conclusiones a las que pretende llegar el proceso inductivo.
Estamos condenados al más absoluto escepticismo...por mucho que les pese a los afanados científicos, que cada día luchan por iluminar un mundo sin luz.
Un saludo, amigo.