lunes, 26 de mayo de 2014

Querido creyente, Francis Spufford

Querido señor Spufford. He leído con mucho interés, y algo de estupor, su artículo en El País titulado Queridos ateos. Me sorprende ver como ciertas falacias son desmontadas durante años y aún así se siguen usando.  

El primer punto que me ha llamado la atención es su opinión sobre el ateísmo como acto de fe, y del agnosticismo como postura científica. Como científico, y ateo, no puedo más que discrepar. Al igual que usted opina que el profesor Dawkins sabe mucho de biología y poco de religión, yo le recomiendo a usted que lea más sobre filosofía de la ciencia. Autores como Popper, Sagan o Russel (o incluso el mismo Dawkins a nivel divulgativo) pueden enseñarle mucho en esa dirección. Yo me limitaré a esbozar los contraargumentos a su afirmación.

Por un lado, afirma usted que: Nosotros creemos que existe un Dios y ustedes creen que no; cuando, en realidad nadie lo sabe, ni puede saberlo: no es una cuestión susceptible de ser probada. La ciencia, como mucho, puede demostrar que no hay necesidad de Dios como explicación física de nada. Como usted bien dice, la ciencia puede probar la no necesidad de una causa externa para la existencia del universo, y en esa dirección se está avanzando a pasos de gigante. Le recomiendo que lea algunos de los artículos divulgativos sobre el reciente experimento BICEP2 y la inflación del universo. Si algún día tenemos una explicación completa y satisfactoria la postura científica será no creer en Dios, y no el agnosticismo, dado que la figura de Dios será innecesaria. Hay que plantearse incluso qué sentido tiene decir que existe un Dios, pero que este no ha influido en absoluto en el universo, dado que todo lo que ha ocurrido lo ha hecho por motivos claramente explicados y sin su intervención. Le pongo un ejemplo. La física puede explicar los fenómenos gravitatorios con una exactitud asombrosa, gracias a la Relatividad General. Alguien puede alegar que la gravedad la provoca un "Mago Gravitatorio", y no podemos demostrar su inexistencia de ninguna manera. No por ese motivo los físicos nos declaramos agnósticos de ese Mago. Si tenemos una teoría que explica los fenómenos conocidos no necesitamos ninguna explicación exterior, y por eso no la creemos. Incluso si esa teoría no es perfecta, en cuanto que no explica todos los fenómenos, no es sustituible por una explicación externa y no-falsable. Este razonamiento se aplica también a la existencia del universo en sí. 

Una segunda observación, más profunda, sobre este mismo punto es si realmente la no existencia de Dios es indemostrable. Eso no depende tanto del método científico en sí como de su definición de Dios. De hecho, la existencia del Dios bíblico, que creó el mundo en siete días y al ser humano como tal, ha sido ya demostrado como falsa por la ciencia. Está demostrado que el universo, y la Tierra, es mucho más antigua de lo que la Biblia afirma, y que el ser humano no fue creado como tal, sino que hubo un proceso evolutivo. A medida que eso se demostró, la definición de Dios se adaptó a estos nuevos descubrimientos. Esa indemostrabilidad de la que usted habla viene dada por esa definición vaga y modificable del concepto de Dios. Permítame que me ahorre escribir un ejemplo al respecto de esa cuestión, puesto que hay muchos en la literatura. El Dragón en el Garaje de Sagan y la Tetera de Russel son dos de los más conocidos. Créame si le digo que los científicos no nos declaramos agnósticos de los dragones invisibles ni las teteras satélite.

El otro punto de su artículo que me ha llamado la atención es como empieza estableciendo igualdades y pidiendo respeto, para terminar estableciendo diferencias y faltando al respeto. Afirma usted que muchos de los ateos tenemos una relación de hostilidad hacia los creyentes, y nos compara con que la gente que no colecciona sellos edite una revista llamada El Antifilatélico. De esa comparación se entiende que usted considera más legítimo que los creyentes expresen sus creencias a que los ateos expresemos nuestra falta de creencia. Permítame comentarle dos cuestiones con respecto a esa opinión suya.

Primero, según observo la mayoría de las manifestaciones públicas de los colectivos ateos no son para fomentar el ateísmo, ni para que la gente deje de creer, sino para reclamar más laicismo en el estado. En mi país, por ejemplo, existen beneficios fiscales para la iglesia, educación católica pagada por todos, ocupación del espacio público por parte de la iglesia y muchas cuestiones similares. Los ateos no tenemos ninguno de esos privilegios. También la iglesia influye en la política por motivos exclusivamente religiosos. Por esos motivos muchos ateos, y muchos creyentes también, nos manifestamos, no en contra de la religión en sí, sino en contra de esa influencia y esos privilegios.

Por otra parte, hay otra cuestión que me parece aún más interesante. ¿Por qué considera usted que los cristianos, o los religiosos en general, pueden publicitar activamente su estilo de vida pero los ateos no? Yo no soy ateo por elección, sino porque la no existencia de Dios es la conclusión intelectual a la que he llegado. Eso no significa que prefiriese ser creyente. Ser ateo tiene, en mi opinión, muchas ventajas. No creo en una vida después de la muerte, y por eso intento aprovechar la actual al máximo. Al no creer en un ser superior no tengo que seguir ningún dogma ni regla moral externa, sino que soy libre de definir mi propia moralidad. Puedo disfrutar de mi sexualidad sin remordimiento alguno y tendré los hijos que considere oportuno. Si los cristianos tienen motivos para intentar convencer a los demás de que su forma de vida es positiva, también lo tenemos los ateos. Negarnos ese derecho sería volver a otros tiempos más oscuros, donde uno podía creer en lo que quisiera, siempre que lo hiciese en privado y en público fingiera lo contrario.

Un saludo. 

PS: Más información sobre mi opinión sobre el ateísmo y la ciencia en la entrada La Ciencia y Dios.

PPS: Si alguien considera que no-coleccionar sellos es bueno (o no practicar alpinismo, por mencionar algo que me afecte) tiene todo mi apoyo para manifestarlo cuando quiera.

10 comentarios:

  1. Religión es enseñar a un niño que arderá en el infierno.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo, como te puedes imaginar.
    Me ha hecho recordar esta definición de "ateísmo" que propuse en su día:
    http://abordodelottoneurath.blogspot.com.es/2012/08/la-diferencia-entre-el-ateismo-y-el.html

    ResponderEliminar
  3. No puedo estar más de acuerdo.

    Solo que entrar en esta argumentación:

    ""Si algún día tenemos una explicación completa y satisfactoria la postura científica será no creer en Dios, y no el agnosticismo, dado que la figura de Dios será innecesaria. Hay que plantearse incluso qué sentido tiene decir que existe un Dios, pero que este no ha influido en absoluto en el universo, dado que todo lo que ha ocurrido lo ha hecho por motivos claramente explicados y sin su intervención.""

    implica admitir al menos la posibilidad, que el concepto o idea "dios" es en sí y por sí misma, una construcción lógicamente correcta; cuando, ni siquiera es así, con lo que, carece de provecho pretender construir razonamiento alguno con este término, si el término en sí no se sostiene lógicamente.

    Opino que no se sostiene por que no se le atribuye propiedad concreta y precisa alguna que le dé una identidad no dependiente y no subordinada a las propiedades del universo.
    Luego si no partimos de una estricta definición del término "dios" con conceptos y propiedades ajenos al universo, no definimos algo independiente. Y si no es independiente, forma parte de él (sea lo que sea, lo que estemos definiendo). Y si forma parte del universo, está sometido a sus propiedades como el resto de construcciones lógicas. Y si está sometido a sus propiedades, no le podemos atribuir propiedades antinatura de manera gratuita (que son las propiedades que se le pretende atribuir). Y si no las tiene, no tiene nada de interés el término.

    Por ejp.: Si decimos que dios está en todas partes y en todo momento, o describimos un significado distinto de esto a que le podemos dar con otro término, como una "piedra" o un "protón", etc... o tenemos que someterlo a la lógica común dentro de las propiedades que ya conocemos de este, de EL universo; como el principio de exclusión de Pauli, y llegar a la conclusión de que nuestra descripción del término es ilógica; al describir que es a la vez algo particular y algo no particular incurriendo en una contradicción.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Lo que me ofrece muchas dudas está expresado en una sola frase, y sin embargo es una frase clave en la discusión:

    - Al no creer en un ser superior no tengo que seguir ningún dogma ni regla moral externa, sino que soy libre de definir mi propia moralidad.

    ¿Seguro? Moral viene del latín mos, moris, que no es otra cosa que la costumbre de una sociedad. La conducta que la sociedad (los demás) esperan de ti. La moral es muy anterior a Dios como el ser superior único. Los chimpancés tienen costumbres (o casi normas) muy asociables a una moral. Y es que parece casi obligado en una especie con una sociabilidad algo compleja y flexible. No puedes reinventar o reestablecer lo que esperas del otro, y lo que el otro espera de ti, en cada nuevo contacto. No daría tiempo de hacer otra cosa.

    Así que no. Hay algo que llamamos moral, que no tendría el menor sentido si fuera decidido libremente por cada uno. Por ejemplo, no se nos ocurre decidir libremente si vamos a circular por la derecha o por la izquierda en la carretera. Funcionaría mucho peor.

    Ahora tendríamos el problema de quién decide esa moral. Pero es un problema falso. ¡La costumbre! Porque la costumbre (la tradición, vaya) tiene la pequeña ventaja de haber demostrado que funciona. Tu particular ocurrencia podría ser un perfecto desastre. Y porque la costumbre funciona en un esquema de competencia, o selección natural. Sociedades con costumbres claramente menos eficientes, o sin capacidad de copiar las mas eficientes, desaparecerían.

    Y ahora llegamos a lo de Dios, o los dioses, y la religión. ¿Estamos seguros de que es un Dios imaginario el que ha traido una moral concreta, o será que una religión concreta, con su Dios imaginario, ha recogido una moral que ya estaba incrustada en esa sociedad, y le ha dado una "explicación", y como una sensación de mayor "fuste"? Probablemente hay un poco de todo.

    Estoy muy de acuerdo en tu parte de la crítica a Spufford, que yo resumiría así: Los ateos no "creemos" que Dios no exista; vemos que no hay motivos para pensar tal cosa. Pero los ateos militantes (proselitistas, misioneros) tienden a creer que una vez enterrado Dios, se pueden sacar una moral de la manga, mediante la razón. Sin comprender que nunca se ha demostrado que esa sea una estrategia de éxito. Al contrario; los datos muestran que es una estrategia peligrosísima, que normalmente produce monstruosidades.

    Por eso creo que se puede muy bien defender que hoy y aquí, los ateos militantes son muchísimo más peligrosos que los creyentes. Y se puede plantear una parajoda. Al ateísmo nos lleva el escepticismo. ¿Por qué no vamos a aplicar, también, el mismo escepticismo hacia los ateos militantes? Yo diría que parece lo más sano. Y lo más inteligente.

    Perdón por el rollo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas.

      Creo que confundes "moral" con costumbre, y con leyes, y eso me parece bastante peligroso. El ejemplo de la conducción lo ilustra bien. Si vamos por la derecha o por la izquierda no es una cuestión de moral, sino legislativa. Por supuesto la palabra "moral" en sí tiene su origen, pero eso no quiere decir que siga significando lo mismo. Igualmente no pagamos los salarios con sal.

      La costumbre puede ser buena o mala, y no es por ello moral. Los toros son una costumbre, y a mí me parecen inmorales. La esclavitud fue una costumbre por milenios, y no era por eso moral.

      También es peligroso afirmar que debemos guiarnos por una especie de "selección natural" de la moral. Como ya digo la esclavitud existió, y puede beneficiar a cierto sector de la sociedad. Eso no lo hace ético. Igualmente hay cuestiones que podrían beneficiar, desde un punto de vista puramente darwinista, a la sociedad, como dejar morir a los enfermos. Eso no lo hace ético.

      Por supuesto tenemos que vivir los unos con los otros, y para eso tenemos que establecer unas normas de juego. Para eso existen las leyes, que yo respeto aunque sea libre de considerarlas morales o inmorales.

      Un saludo

      PS: No existe tal cosa de "ateos militantes", así que no se puede analizar ni con escepticismo ni sin él. Los ateos somos personas que no creemos en la existencia de Dios. Punto.

      Eliminar
    2. (1/2)

      Vaya, qué lástima. Con la buena impresión que había tenido de la entrada, y sobre todo del ojo que he echado al resto del blog, y ahora me sales con afirmaciones sacadas de la gorra, que no tienen más fundamento que el propio acto afirmativo. Sin siquiera pensarlas.

      Vale, tratemos de pensar. Supongo que estás de acuerdo en que la moral incluye como elemento principal una calificación de las acciones y opiniones de los humanos, según su "bondad" o "maldad". Como la comida kosher, vaya, pero en acciones y opiniones. Y supongo que aceptarás que sociedades notablemente ateas (y militantemente ateas) , p. e. comunistas, nazis, no tienen la distribución de etiquetas morales que cabría esperar de una libertad al elegirlas. Son sociedades tan homogéneas y tan poco aleatorias moralmente como las teocracias. Así que la ausencia de creencia religiosa no tiene nada que ver con una moral "libre".

      Además, para creer que la gente "es libre de definir su propia moralidad", supongo que te parecerá buena idea echarle un vistazo a la realidad, y no limitarte a mirar dentro de ti. Y si lo haces, tal vez acabes viendo que entre los programas que se introducen en la cabeza de los niños, desde los cuentos y canciones de la cuna, hasta las "historias" posteriores y no poca parte de la educación, son códigos morales. Y son propios, no de los padres del niño, sino del grupo / sociedad / cultura al que pertenecen. De forma que puedes establecer la relación tal grupo ⇒ tal equema moral, en un porcentaje abrumador.

      Del resto, te libero. Si no quieres pensar / averiguar por qué funciona así, aunque sea obvio, es cosa tuya. Pero que veas que funciona así (aun sin saber por qué) solo depende de que abras los ojos.

      - Creo que confundes "moral" con costumbre, y con leyes, y eso me parece bastante peligroso.

      Ya, pero crees mal. Moral, costumbre y leyes están tan entrelazadas que vienen las unas de las otras. Y el ejemplo de la conducción trataba de facilitarte la idea de que a veces la norma (moral, legal, estética, es igual) puede ser perfectamente arbitraria, y al mismo tiempo necesaria. Necesaria una norma, con independencia de cuál sea. Pero no importa; es fácil no verlo si uno se empeña en no verlo. Solo era una ayuda para comprender que la moral no sale de la libertad del fulano, sino que es "propia de" el grupo.

      - Para eso existen las leyes, que yo respeto aunque sea libre de considerarlas morales o inmorales.

      Tú puedes considerar lo que quieras, lo mismo que puedes bailar la conga. Ninguna sociedad (algo estable) considera inmorales sus leyes.

      Sigue ...

      Eliminar
    3. (2/2)

      - También es peligroso afirmar que debemos guiarnos por una especie de "selección natural" de la moral. Como ya digo la esclavitud existió, y puede beneficiar a cierto sector de la sociedad. Eso no lo hace ético.

      No, no lo hace ético. Ética es la -digamos- moral filosófica. La moral pensada, racional, ideal, imaginaria. Y para que puedas juzgar su peligrosidad, sugiero que recuerdes y repases la historia de los Khmers Rouges. Y de ahí, por comparación, tal vez llegues a otros ejemplos menos extremos, pero también francamente peligrosos.

      ¡Ah!, y no he dicho que debamos guiarnos por una selección natural. No he dicho que "debamos" nada. Salvo la sugerencia de abrir los ojos. De operar esa especie de selección natural que apunto, operaría a nivel de grupo. Y si opera (es una hipótesis), entonces tu opinión o mi opinión sobre la ética del asunto será muy interesante, incluso estremecedoramente bella, tal vez, pero completamente irrelevante respecto de lo que pasa, y de lo que va a pasar.

      - PS: No existe tal cosa de "ateos militantes", así que no se puede analizar ni con escepticismo ni sin él. Los ateos somos personas que no creemos en la existencia de Dios. Punto.

      Vale. Fenomenal. Salvo que algunos ateos prohíben la religión, por perniciosa. Otros se limitan a escribir sin parar contra las creencias religiosas. Especialmente contra una creencia religiosa concreta. Otros, no hace mucho, quemaban iglesias y conventos (a veces con gente dentro) con un sorprendente fervor para alguien "no militante". Etc. O sea, una vez más, abrir los ojos te puede llevar a ver que sí existen "ateos militantes". Es un maldito dato empírico.

      Resumiendo. Te sugiero que contemples la posibilidad de que una sociedad no es un mero agregado inerte de fulanos, donde solo cuentan las relaciones individuales. O sea, un fenómeno emergente. Es siguiente paso es que trates de observar la relación entre la moral y esa dinámica.

      Slds.

      Eliminar
  5. Creo que en tu argumentación hay un fallo fundamental, y es confundir las pretensiones de ciencia y religión. La ciencia (natural) trata de explicar cómo funciona la realidad física, y podría "demostrar" la no necesidad de una causa externa (lo que no implica que dicha causa no exista), pero la no necesidad de Dios para la ciencia es una obviedad: aunque no se demostrase dicha no necesidad, seguiría siendo absurdo postular (desde el punto de vista físico, científico) la existencia de algo que no es medible, es decir, que no se refiere a la realidad física. Pero resulta que Dios no es como la tetera de Russell (algo completamente innecesario desde cualquier punto de vista, pues sólo podría aportar algo en el ámbito de la realidad física, y dicha aportación es innecesaria), pues puede responder preguntas de por qué las cosas son como son. Es decir, postular la existencia de Dios es útil; no para la ciencia, obviamente, sino para la filosofía. Decir que la no existencia de Dios es la postura científica adecuada es tautología siempre, pero la realidad (lo que tiene existencia) no es sólo científica. Desde ese punto de vista, creer en la no existencia de Dios es una creencia tan válida como la contraria, pero creencia al fin y al cabo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Pero resulta que Dios no es como la tetera de Russell (algo completamente innecesario desde cualquier punto de vista, pues sólo podría aportar algo en el ámbito de la realidad física, y dicha aportación es innecesaria), pues puede responder preguntas de por qué las cosas son como son. Es decir, postular la existencia de Dios es útil; no para la ciencia, obviamente, sino para la filosofía. Decir que la no existencia de Dios es la postura científica adecuada es tautología siempre, pero la realidad (lo que tiene existencia) no es sólo científica. Desde ese punto de vista, creer en la no existencia de Dios es una creencia tan válida como la contraria, pero creencia al fin y al cabo."

      Eso se aplica igualmente al "mago gravitatorio" que nos explica que los objetos caen como su voluntad indica. No creemos en él porque podemos explicar la gravedad de otras maneras más evidenciadas, con mayor capacidad de predicción y menos rebuscadas. Lo mismo ocurre con Dios.

      Eliminar
  6. Sobre la falacia de que "la existencia de dios es igual de probable que su inexistencia":
    http://abordodelottoneurath.blogspot.com.es/2012/08/echandole-las-cuentas-la-teologia.html

    ResponderEliminar

Agradecemos mucho tu opinión, pero comentarios difamatorios, insultantes o con ánimo de ofender, trollear o spamear serán eliminados. Tampoco se aceptan comentarios anónimos.