He leído recientemente en el Huffington Post un artículo de un profesor de investigación del CSIC, Carlos M. Duarte, titulado La precaricación de la ciencia: la paja en el ojo ajeno. Este artículo critica de una manera bastante dura, y en mi opinión injustificada, a la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI) y al colectivo de investigadores que nos oponemos a los recortes en general.
Vamos a analizar lo que dice paso a paso. Pero primero analicemos un pequeño dato. Un profesor titular del CSIC con unos 10 años de experiencia debe cobrar netos unos 2600 euros al mes, que imagino que será aproximadamente el salario del autor (fuente).
En primer lugar, Precarios son la legión de jóvenes de su edad, con un 50% de paro, que no consiguen empleo; Precarios son los padres y madres de familia que tienen que sacar adelante su casa -si consiguen retenerla- y alimentar a sus hijos mientras están instalados en el paro de larga duración; Precarios son los ancianos de cuya pensión, cada vez más depreciadas y castigadas por "re-pagos" y "ajustes", dependen en muchos casos dos generaciones completas de sus familias.
Estos jóvenes, que se siguen autodenominando precarios, cobran contratos de más de 1.000 € mensuales desde el primer día de su ingreso como estudiantes de doctorado y en su investigación se invierten ingentes cantidades de recursos en equipamiento, material y viajes, que típicamente superan en más de 10 veces la cantidad que reciben como nóminas.
Primero comienza con el típico "hay gente mucho peor", cosa que no es discutible. Eso es algo que los jóvenes investigadores nunca hemos negado y que creo que tiene poco que ver con la discusión sobre el futuro de la ciencia. Después viene la mentira, o la falta de información, acerca del salario de los "precarios". Después de más de 5 años en contacto con la FJI he conocido allí a gente de muy diversa condición. HAy investigadores predoctorales de los programas FPI y FPU que cobran lo que este señor dice, también hay postdocs, como yo, que cobramos algo más. No faltan los que no tienen contrato ninguno y no cobran nada (lo cual está muy por debajo de 1000 euros), tampoco faltan becarios de planes propios de las universidades que cobran en torno a 700 euros al mes. Se puede ver que hay una amplia gama y que muchos de ellos están muy lejos de vivir bien sobre todo aquellos que no cobran nada.
Otro dato que es sólo medio verdad es el afirmar que los predoctorandos cobran "desde el primer día de su ingreso". Para conseguir una ayuda predoctoral del ministerio, por ejemplo, tienes que solicitarla y pueden tardar unos 6 meses en resolverla. Durante ese tiempo lo normal es que se trabaje, pero no se cobre porque aún no estás contratado. Eso sin saber, además, si te la darán o no.
La última frase es la más absurda. El equipamiento y material que se compra en los departamentos no se compran para educar a los becarios. Cuando se compra algo se hace pensando en las necesidades científicas del departamento y me parece totalmente indiferente si luego es usado por el becario o por su supervisor. Imagino que la mayoría de los estudiantes de doctorado estarían encantados de que fueran sus jefes lo que hagan los experimentos, pero si estos delegan esa responsabilidad no se puede encima cargar al becario con el gasto en material. Imagino que también se considerará el salario de un gruista excesivo, al fin y al cabo una grúa debe ser muy cara. Aparte el cálculo me parece excesivo y sensacionalista. Muchos investigadores, como yo, sólo necesitamos un ordenador y dinero para viajes y congresos. Teniendo en cuenta que un congreso de los más caros puede salir por 1200 euros, con viaje y alojamiento, tienes que ir a 10 congresos así al mes para llegar a gastar 10 veces más que tu salario. Imagino que ellos mandarán a sus becarios medio año a Las Bahamas, si no el cálculo es excesivo.
También mencionar que la FJI nunca ha solicitado, que yo sepa, que se suban los salarios de los investigadores. Nunca ha protestado por eso. Cuando hablan de "precarización" siempre se han referido a los investigadores que trabajan sin contrato y al hecho de que después de 4 años de tesis el estado no te ofrezca nada mejor que irte del país. Le guste o no al señor Duarte el ir enlazando contratos de 2-4 años con 6 meses en medio sin cobrar es bastante precario. No deja de ser curioso también que alguien con trabajo fijo, sin posibilidad de despido, y que cobra en torno a 2500 euros al mes haga esta crítica. Imagino que de ahí viene el título de su post.
Continúa el artículo con una crítica al sistema educativo español, del que los jóvenes científicos no somos responsables. En todo caso lo son los profesores, incluyendo profesores universitarios y del CSIC.
Después sigue la crítica a los estudiantes e investigadores predoctorales.
Muchos trasladan a los centros de investigación sus hábitos universitarios con jornadas laborables que se inician más allá de las 10:00 y fines de semana caribeños -que no los invitó el Sr. Divar sino que se inventaron en la universidad española donde los viernes no son, en la práctica, lectivos por incomparecencia de alumnos y los lunes las aulas presentan muchos claros. Escasa iniciativa y escasa participación en actividades académicas, como seminarios científicos y otros actos, y, en general, una inhibición de su necesaria aportación a crear un ambiente científico intelectualmente estimulante en sus grupos de investigación.
Esta crítica tampoco la comparto. Si los viernes y lunes no son lectivos no es nunca por que los estudiantes decidan no ir. Los responsables de la docencia son, y siempre han sido, los profesores y si no hay clases los viernes es debido a que los profesores han decidido no usar ese día. Si los alumnos no quieren asistir es su responsabilidad, pero no tienen capacidad ninguna para forzar que se no haya docencia. Lo mismo ocurre con los investigadores predoctorales. Que yo sepa todo doctorando tiene al menos un supervisor, que es el responsable de su trabajo. Si los doctorandos faltan a su lugar de trabajo son los supervisores los que tienen que exigirles que cumplan con su horario laboral. El problema es que esto es complicado si el supervisor sólo trabaja de 10 a 13.
Continúa la crítica, ahora de manera más razonada:
Opino que se han de modificar los criterios de acceso a los contratos públicos de doctorado, dando mayor peso a otros méritos que evidencian inquietud e interés por la ciencia y eliminando la imposición de trayectorias lineares. Se deberían instalar, además, controles exigentes a la mitad del recorrido de doctorado, como existen en los países a quienes los "precarios" se comparan en otras estadísticas. De esta forma sería posible derivar a otras profesiones a los estudiantes que no hayan demostrado suficiente interés, dedicación o capacidad como científicos y aprovechar de forma más eficiente los recursos públicos
Aquí le doy parte de razón. Antes que nada hubiera agradecido más información sobre esos países que hacen controles exigentes al mitad del doctorado. Se que eso ocurre en EEUU, con los famosos y temidos quals, pero no pasa ni en Alemania ni en Austria, por ejemplo. En cualquier caso yo estoy a favor de cualquier tipo de control objetivo que nos sirva para mejorar nuestra calidad científica.
Por otro lado, si bien es cierto que no se evalúa el nivel de los doctorandos durante los 4 años de contrato, el nivel de los profesores no se evalúa prácticamente nunca. Sólo para conseguir sexenios tienes que superar un nivel investigador mínimo, que por otro lado es bastante fácil. Si los sexenios te dan igual puedes directamente no investigar, nadie te va a exigir nada. Esto no es sólo algo teorético, es algo que pasa. En las universidades españolas se mezclan grandes científicos y profesores con gente que trabaja, a lo sumo, dos horas al día. Así que estoy de acuerdo, se debe exigir que se trabaje en el horario establecido y se debe evaluar regularmente la calidad de la investigación, pero para todos, no evaluemos sólo a los que más trabajan porque es absurdo.
Más adelante podemos leer.
Por eso, disminuir el número de contratos Ramón y Cajal y mejorar sus condiciones como ha anunciado Carmen Vela me parece una decisión sensata, haya crisis o no. Continuar con la oferta de contratos actuales como pretenden los "precarios" sabiendo que nuestro sistema de I+D será incapaz de consolidarlos sería, símplemente, una hipocresía cruel para con los contratados.
Esto es cierto a medias. Es verdad que no tiene sentido ofertar contratos de retorno si luego no hay posibilidad de regularización. Por otro lado hay que plantearse por qué no hay posibilidad de regularización. ¿No puede el sistema científico español contratar a 600 científicos más al año? Imagino que si no es posible es porque no se renovará el sistema y parece ser que es siempre mejor el malo de dentro que el bueno que pueda venir de fuera. También es curioso que primero se critique el dinero que se invierte en los becarios (el salario multiplicado por 10 o por 100 por los congresos en Hawaii) y luego se diga que no hay que traerlos cuando están en el extranjero. Vamos, que lo mejor es seguir formando a gente para que luego se beneficien otros países.
La cultura del "café para todos", prevalente en todos los niveles, incluidos la ciencia, de la sociedad española desde hace 30 años se debe reemplazar por una cultura del esfuerzo, la selección y evaluación, el mérito y la competitividad, en justo equilibrio con la cooperación.
Totalmente de acuerdo. En mi opinión el mejor método es la meritocracia, que entre el mejor y no el que lleve más tiempo ni el que esté ya dentro. Esto se debe aplicar también a los científicos mayores y no sólo a los jóvenes, por supuesto.
El artículo finaliza tal que así
Precarios, es hora de aparcar el discurso victimista y que todos, jóvenes y "senior", nos pongamos las pilas, y demostremos nuestra valía a la sociedad española. Os propongo que demos tan solo tres pasos: (1) recuperemos el sentido de la realidad; (2) hagamos autocrítica y (3) demostremos, con hechos, el valor de la ciencia para superar las dificultades actuales, aunque cueste sangre, sudor y lágrimas.
Y ahí también estoy de acuerdo. Principalmente le pido que cumplan esos tres puntos a los profesores y científicos senior españoles, que son los que principalmente controlan el tema. Que sean realistas y no se olviden del hecho de que aunque ellos tienen un contrato "blindado" otros que ya pasamos de la treintena enlazamos contratos de 2 años en 2 años, que no olviden que cobran bastante más del doble que sus becarios, que no caigan en el conformismo, que entiendan que su salario incluye la obligación de investigar y que si no lo hacen están faltando a sus obligaciones, que no caigan en el cómodo conformismo de aceptar todo como venga olvidándose de los demás. En definitiva, que no vean la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.