La Termodinámica es una ciencia antigua y un poco exasperante. Desde los trabajos de Carnot sabemos que hay cosas que no se nos permite hacer, como conseguir energía de la nada. El principio de conservación de la energía es uno de los más fundamentales de la física, y de la ciencia en general. Ni los sistemas biológicos, ni los sistemas mecánicos pueden violarlo. Observar una violación de este principio sería algo digno de reformular toda la ciencia moderna, y se tendría que someter a los más exhaustivos análisis ya que contradiría toda la experiencia acumulada por la humanidad.
El principio de conservación de la energía nos prohibe construir el móvil perpetuo de primera especie. Este dispositivo sería una hipotética máquina que crearía energía de la nada y la usaría para generar algún tipo de trabajo. Es imposible. Construir una máquina de movimiento perpetuo de primera especie violaría las leyes de la termodinámica, y eso no está permitido.
Por supuesto, ante esto siempre se puede usar el manido argumento: "Pues tampoco hicieron caso a Galileo". Es un argumento bastante absurdo. A Galileo sí que se le hizo caso, y se le hizo porque se desvivió en demostrar lo que hacía. Construyó catalejos y los regaló para que la gente viera los satélites de Júpiter y las fases de Venus. En general, entregó su vida no a decir que la Tierra giraba alrededor del Sol, sino a tratar de demostrarlo.
Una postura totalmente contraria a la de Galileo es la que utiliza una "empresa" que he descubierto gracias al grupo de Facebook del Círculo Escéptico, Tradelan. Al parecer, el director general de la empresa es Sigfrid Soria, exdiputado del Partido Popular. Soria es bastante popular en Twitter por sus declaraciones incendiarias y amenazantes, actuando como el "chico malo" del Partido Popular.
Una postura totalmente contraria a la de Galileo es la que utiliza una "empresa" que he descubierto gracias al grupo de Facebook del Círculo Escéptico, Tradelan. Al parecer, el director general de la empresa es Sigfrid Soria, exdiputado del Partido Popular. Soria es bastante popular en Twitter por sus declaraciones incendiarias y amenazantes, actuando como el "chico malo" del Partido Popular.