Dentro de no mucho comenzaré la aventura de la paternidad y me ha sorprendido la cantidad de falsas informaciones, supersticiones y mitos que hay con respecto al embarazo y a los primeros años de vida. Imagino que esta mala información prospera al ser una cuestión tan importante, pero al mismo tiempo tan aleatoria. El proceso por el que se forman las supersticiones es sencillo. Tú piensas, por ejemplo, que se puede predecir el sexo del bebé con la forma de la barriga. Lo intentas, y por puro azar acertarás al menos el 50% de las veces (Edición: Me comunican que acertarás aproximadamente el 50% de las veces, al parecer el número de niños y niñas nacidos no es tan equilibrado como yo pensaba, y puede hasta cambiar año a año). No es tan improbable que aciertes tres veces seguidas, y si no sabes estadística eso te hará creer en el método. Si alguna vez fallas alegas que "todo método tiene sus fallos" y a correr.
Afortunadamente, para obtener información fiable no hay que ser experto, ya que podemos fiarnos de las estadísticas. Los partos son algo muy común, así que hacer estadística es muy sencillo, luego juntamos los datos y ya está, ya sabemos qué ocurre. Esto es en teoría, porque encontrar los datos no es precisamente un paseo. Aún así he recopilado algunos sobre dudas que tuve desde el principio del embarazo y que no sabía responder.
1. ¿Las primerizas se suelen atrasar?
Esto parece ser cierto, pero se retrasan muy poco. Tan poco que es difícil detectarlo en las estadísticas y muchos estudios dan resultado nulo en este sentido. Los que sí lo detectan muestran sólo un desplazamiento de dos días en la probabilidad de dar a luz antes de un determinado día.
Un estudio que sí detectó este efecto se publicó en 2001 en la revista Human Reproduction [1]. Estudiaron 1514 mujeres sanas y crearon dos curvas de probabilidad acumulada de parir en función de los días de gestación.