martes, 23 de mayo de 2017

Cómo NO se ponen en ridículo los estudios de género

Leo en Magonia que un artículo ha puesto en entredicho los estudios de género y las revistas donde se publican (El pene es el causante del cambio climático: un montaje como el de Sokal pone en ridículo los estudios de género). Mi campo se aleja mucho de esos estudios por lo que francamente no tengo ni idea de como de serias son estas revistas. Sin embargo como conozco un poco como va el mundillo de las publicaciones me interesa como de rápido se ha lanzado la gente a sacar estas conclusiones.

Hago primero un pequeño resumen de como van las publicaciones en el mundo investigador. Las investigaciones se publican principalmente en revistas especializadas. Estas revistas se encargan de revisar todos los artículos que reciben. Para esto mandan los artículos a investigadores del mismo campo que se encargan de arbitrar entre la revista y el autor. Este proceso tiene en principio la finalidad de garantizar la calidad de lo publicado, evitando precisamente cosas como la que ha ocurrido.

En la revista Cogent Social Sciences se han tragado la broma como seria y han publicado este artículo lleno de sinsentidos.






Esto no es la primera vez que ocurre. En 1996 Alan Sokal, profesor de física en la New York University, publicó un artículo en la revista Social Text. Este artículo se titulaba "Transgressing the Boundaries: Towards a Transformative Hermeneutics of Quantum Gravity" y era una antología del disparate. El mismo Sokal defendió que su broma ilustraba la falta de seriedad que tenían las revistas de ciencias sociales.

Sin duda ambos casos ilustran una mala práctica académica. Eso no lo pongo en duda. Lo que sí pongo en duda es que esta mala práctica se pueda extender a otros artículos y revistas del mismo campo. Me parece una extrapolación aventurada e interesada. ¿Por qué pienso que esta extrapolación es desafortunada? Pues el principal motivo es que esto ya ha ocurrido en otros campos, como las ciencias de la computación, y en ese caso no pasó de ser algo anecdótico.

El primer caso del que tengo memoria es de 2005, cuando unos estudiantes del MIT crearon un programa que generaba artículos aleatorios. Los artículos no tenían ningún sentido, evidentemente, pero consiguieron colarlos en las prestigiosas conferencias IEEE. La editorial Springer, encargada de publicar las memorias de estas conferencias tuvo que eliminar más de 120 artículos al detectar que habían sido generados aleatoriamente. El generador todavía está activo y lo podéis usar si queréis. No recuerdo que en este caso nadie dudara de la informática como disciplina, sino en todo caso del proceso de selección de trabajos.

Otro caso muy sonado y más reciente. En los últimos años los científicos nos vemos bombardeados por spam de revistas que quieren publicar nuestros resultados a cambio de que paguemos. Esto hizo que tres investigadores de la misma universidad que Sokal decidieran mandar un paper un poco especial a la revista International Journal of Advanced Computer Technology. El artículo se titulaba Get me off your fucking mailing list (borradme de vuestra puta lista de correo). Para que el mensaje calase todo el texto del artículo simplemente repetía ese simple mensaje. Además incluía una figura.



El artículo fue aceptado pero nunca se publicó ya que sus autores se negaron a pagar la cuota. De nuevo, nadie dudó de la disciplina. Toda la culpa recayó sobre la revista que es considerada una predatory journal. Esto es una revista que cobra por publicar y que además no establece ningún criterio con la intención de así ganar más dinero.

En el caso que nos concierne la revista Congent Social Sciences también cobra por publicar, y sus índices bibliométricos son de pena. No sé si está considerada una predatory journal pero sí que creo que se merece el título. Sin embargo, eso no nos da información sobre otras revistas de la misma manera que el International Journal of Advanced Computer Technology no deja en mal lugar a las revistas serias de computación.

Critiquemos sí, pero analicemos con cuidado y no nos quedemos en el titular fácil y el clickbait.

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